La evolución de los simuladores de vuelo modernos ha sido uno de los mayores contribuyentes a la seguridad aérea en las últimas décadas, ya que al simular el entorno operativo de una cabina, permiten a los pilotos entrenarse y practicar cómo responder adecuadamente a cualquier tipo de situación de emergencia. Con un simulador de vuelo completo de alta gama (FFS), la efectividad del entrenamiento se incrementa aún más al montar una cabina real sobre una plataforma Stewart con gatos hidráulicos, que funcionan en conjunto para crear los movimientos y rotaciones, basados en las órdenes del sistema informático del simulador, que simulan la sensación de vuelo en el aire. Todo esto se complementa con un sistema de video de gran realismo y ángulo amplio, o un proyector, que reproduce las imágenes del exterior vistas a través de las ventanas de la cabina.
El ecosistema de un simulador de vuelo completo (FFS) consta de los siguientes cuatro elementos: (1) sistema operativo, (2) unidad central de procesamiento, (3) sistema de movimiento y (4) sistema de video. Durante su uso, las señales que resultan de las acciones del piloto con la columna de control y los pedales del timón se envían a la unidad central de procesamiento para su procesamiento. En promedio, el tiempo que transcurre desde el momento en que el piloto recibe sus órdenes hasta que su cuerpo reacciona varía entre 300 y 500 milisegundos. Este intervalo de tiempo, ya sea en un avión real o en un simulador, es un fenómeno natural que se atribuye al tiempo de reacción del propio piloto, y no se debe a la mecánica o al diseño del equipo. Sin embargo, cualquier retraso adicional, más allá de este lapso, solo puede atribuirse a la latencia entre las acciones del simulador y la respuesta visual resultante de su sistema de video.
La latencia ocurre en cada proceso cuando un piloto vuela en un sistema de simulador.
Los primeros simuladores de vuelo utilizaban sistemas visuales que presentaban modelos topográficos a pequeña escala por los que una cámara "volaba", basada en los controles del piloto, para crear las imágenes o fotos que luego se mostraban en la pantalla frente al piloto (como en la imagen de arriba). Obviamente, este tipo de simulador limitaba gravemente el alcance de la simulación en la que un piloto podía entrenarse, sin mencionar que no podía abordar, ni de manera mínima, los problemas de latencia o retraso mencionados anteriormente.
Un aspecto crucial para que un simulador de vuelo sea exitoso es su capacidad de proporcionar al piloto una retroalimentación visual inmediata a sus comandos, para que pueda involucrarse completamente en el entorno simulado. De este modo, la sesión de entrenamiento puede ser más efectiva. Esto hace que contar con un sistema de video con baja latencia sea una pieza indispensable del rompecabezas para los simuladores de vuelo, más que en otros tipos de simuladores.
Para poner este concepto en números, el sistema visual del cuerpo humano tarda menos de 50 milisegundos en transmitir una señal visual al cerebro, lo que significa que cuanto menor sea el retraso entre el momento en que un sistema de video convierte una señal de video en una imagen, mejor. Por ejemplo, con video a 60 Hz (es decir, video a 60 fotogramas por segundo), un retraso de solo 4 fotogramas equivale en realidad a un retraso de 66,67 milisegundos cuando se convierte en tiempo real. Este tipo de retraso impide que los visuales del simulador se alineen correctamente con las acciones del piloto, lo que a su vez afectaría la capacidad del piloto para tomar las mejores decisiones. Debido a esto, la mayoría de los simuladores de vuelo modernos requieren un sistema de video con un tiempo de latencia de aproximadamente 20 a 50 milisegundos.
La línea de proyectores de BenQ para simuladores está diseñada con chips TI DLP, que cuentan con tecnología de Conversión de Frecuencia de Cuadro (FRC) y un búfer de memoria Formatter (FMT) que garantiza una señal estable. Además, para satisfacer la necesidad de baja latencia en diversas aplicaciones, los proyectores incluyen un modo de video de baja latencia que puede lograr una latencia de solo un cuadro por segundo. Utilizando el BenQ LU960ST para transmitir video en formato 1080P 60Hz como ejemplo, esto representa solo un retraso de 16.67 milisegundos (1 seg. / 60 cuadros = 16.67 ms) en un sistema de video que utiliza el LU960ST, lo cual es 10 milisegundos más rápido que los proyectores producidos por otras marcas en el mercado de simuladores. Esto da al piloto mucho más tiempo para reaccionar a su entorno.
En los últimos años, BenQ se ha comprometido a lanzar los proyectores más rápidos para el mercado de simuladores y gaming. Para los simuladores, esto significa una latencia ultrabaja que garantiza un mayor grado de realismo en cada sesión y una mayor sensación de control para el piloto.
This article explains why depth of field is important especially on a flight simulation dome projection and what is the best DOF value.
Deploying multiple projectors to create a realistic wrap-around image canvas demands simulator installers conquer the challenge of White Balance Adjustment to achieve a seamless image ── BenQ has the answer with its Optical and Colour Algorithm