Conceptos básicos de los proyectores para juegos y todo lo que hace falta saber para comprar uno

La mayoría de la gente juega en televisores y monitores y, por supuesto, no hay nada que decir en contra de eso. De hecho, BenQ también fabrica televisores y monitores. Sin embargo, precisamente por eso, conocemos las limitaciones de los televisores y otras pantallas de formato fijo. Si compramos un televisor de 65 pulgadas o un monitor de 34 pulgadas, nos vemos limitados a esas dimensiones. Con un proyector, disfrutamos de un rango de tamaños, donde los valores entre 80 y 200 pulgadas son muy normales. Ningún otro tipo de pantalla ofrece esto. Cuando se considera el precio por pulgada, los proyectores resultan mucho más rentables que los televisores, a menos que podamos permitirnos algo como esto.

Si estamos de acuerdo en que una pantalla grande ofrece experiencias más inmersivas, entonces resulta obvio que los proyectores ganan a los televisores. En su mayor parte, los televisores alcanzan actualmente un máximo de 85 pulgadas. Cualquiera más grande es raro e increíblemente caro. Sin embargo, en el caso de los proyectores, 85 pulgadas es el punto de partida en lo que se refiere al tamaño de pantalla. En cualquier caso, hay mucho más que tener en cuenta al comprar un proyector para juegos, aparte de las simples dimensiones de la pantalla. Las diferencias entre televisores y proyectores tampoco se limitan al tamaño de la pantalla que obtenemos, así que sigamos con nuestro análisis.

Lo que queremos no es simplemente que nos den cualquier cosa etiquetada como “proyector para juegos”. Poner etiquetas es fácil: lo importante son las especificaciones y el rendimiento. Los juegos son cada vez más bonitos y visualmente exigentes, con lo cual no deja de ser necesario mejorar el hardware para ejecutarlos. Para los juegos serios de consola y PC, hará falta un proyector que esté a la altura de los tiempos y que sea capaz también de seguir el ritmo de los títulos con mayor intensidad gráfica.

La calidad de la imagen y la forma en que cada persona aprecia las imágenes pueden ser subjetivos, pero los aspectos más esenciales que todos debemos tener en cuenta son la resolución, el brillo y la frecuencia de refresco. Si adquirimos un bonito proyector con 4K y buen HDR, pero solo a 30 Hz, será básicamente inútil para jugar. Además, también está el tiempo de respuesta y la latencia, que son absolutamente esenciales para los juegos. Tenemos que buscar proyectores que tengan el menor retraso de entrada posible. Nuevamente, podemos toparnos con un proyector con 4K, HDR y 60 Hz, pero acabar dándonos cuenta de que su latencia media es de más de 100 ms, lo cual no es bueno y empaña realmente la experiencia de juego. Conclusión: hay que investigar y asegurarse de que todas las especificaciones estén en consonancia. 

Por lo general, no, aunque sí es válida la afirmación en sentido contrario: los proyectores para juegos están bien para ver películas y programas de televisión, pero los diseñados específicamente para los cinéfilos no gestionan bien los juegos. No hay nada malo en ello. Quienes solo quieren ver películas y televisión, saben que un proyector de cine en casa les ofrece una mejor calidad de imagen que uno destinado a los juegos. Sin embargo, los proyectores que recomendamos tienen especificaciones tan admirables que funcionarán muy bien con contenidos como discos Blu-ray y aplicaciones de streaming. 

A la hora de jugar, la respuesta lo es todo, porque los videojuegos son obviamente un entretenimiento interactivo. No queremos un retraso excesivo, dado que ello imposibilitaría disfrutar de muchos tipos de juegos, especialmente los de disparos en primera persona, tan dependientes de los reflejos, o los juegos de deportes o de carreras, entre otros.

Retraso de entrada: El tiempo total que transcurre desde una pulsación en el mando o el teclado hasta que la acción correspondiente se muestra en la pantalla. Aunque cualquier valor por debajo de 40 ms se considera correcto, los proyectores para juegos realmente buenos ofrecen ahora 4K a 60 Hz en 16 ms y 1080p a 120 Hz en 8 ms. Estas cifras los equiparan con los mejores televisores para jugar y suponen la práctica inexistencia de retraso de entrada. Hasta los juegos competitivos funcionan muy bien en este tipo de proyectores, así que si nos encantan los títulos multijugador, no habrá problema en que los disfrutemos en una pantalla enorme.

Frecuencia de actualización: Número de fotogramas por segundo. Con la llegada de las consolas Xbox Series y PS5, los 60 Hz se han convertido en la frecuencia de refresco absolutamente mínima. Por lo tanto, un proyector para juegos debe ofrecer al menos 60 Hz, es decir, sesenta fotogramas por segundo. Cuantos más, mejor, aunque, siendo realistas, 60 Hz están bien dada la capacidad de las consolas actuales.

Insistir en una gran calidad de imagen

Las pantallas grandes precisan resoluciones más altas para mantener la nitidez, para que las cosas no se vean borrosas. No debemos dejarnos tentar por precios sospechosamente bajos en dispositivos que se califican a sí mismos como “proyectores para juegos”. Un HD básico de 720p en una pantalla de 100 pulgadas no nos va a gustar. La resolución mínima admisible es 1080p o Full HD, aunque sería mejor Ultra HD 4K. Es posible que tengamos que sacrificar la frecuencia de refresco por la resolución, y eso depende de cada uno. Los mejores proyectores de 1080p ofrecen magníficos 120 Hz, mientras que 4K tiene un límite de 60 Hz, por ahora. Como se ha mencionado anteriormente, las consolas Xbox Series y PS5 apuntan a 4K a 60 Hz y es poco probable que se desvíen demasiado de eso. Tienen algunos juegos que se ejecutan a 120 Hz en resoluciones más bajas, pero puede que no valga la pena renunciar al 4K por eso. Además, la mayor resolución es útil para otras formas de entretenimiento, como películas y aplicaciones de streaming. No hay que olvidar que entre las consolas actuales hay modelos que incluyen un reproductor de Blu-ray 4K: ¿por qué desperdiciarlo?

Cada usuario sabe lo que le viene mejor, pero, en general, la elección entre los mejores proyectores para juegos del mercado se reduce a 1080p a 120 Hz o 4K a 60 Hz. El que elija cada uno depende de sus preferencias. ¿Nos gustan las imágenes más detalladas? Entonces, a por el 4K. ¿Preferimos la velocidad de fotogramas? En tal caso, la elección está en los 120 Hz. 

Al igual que sucede con los televisores, hay que tener en cuenta la ubicación del proyector. El emplazamiento que tengamos en mente para el proyector de juegos marcará una gran diferencia. La iluminación ambiental, la distancia a la pantalla, la disponibilidad de espacio e incluso la acústica son importantes. De hecho, la disponibilidad de espacio es particularmente importante, porque determina el tamaño máximo de pantalla en el que podemos proyectar.

Brillo: Los televisores expresan este parámetro en nits o candelas, mientras que los proyectores usan lúmenes ANSI estandarizados. Lo que querremos es un proyector brillante con una salida de luz potente, ya que permite que la imagen brille hasta cuando la iluminación ambiental sea alta. Los proyectores con excelentes especificaciones pero con poco brillo nos decepcionarán, porque las imágenes se diluirán a la luz del día o incluso con las luces normales de una habitación durante la noche. No querremos quedar esclavos de un proyector que nos exija jugar en una habitación completamente a oscuras, lo que, por otra parte, tampoco es bueno para la vista. El valor mínimo exigible a un proyector cuando muestra una pantalla de 100 pulgadas es de 2000 lúmenes, aunque cuanto más alto sea este valor, mejor. Un proyector para juegos de 3000 lúmenes será genial.

Distancia de proyección: Esto no significa lo lejos que se puede tirar un mando por la ventana por pura frustración, sino a qué distancia debe estar el proyector de la pantalla para obtener un cierto tamaño de imagen. Los proyectores antiguos requerían distancias de proyección muy grandes, es decir, ponerlos lejos de la pantalla, lo que exigía habitaciones enormes y creaba todo tipo de problemas, como gente pasando por delante de la pantalla. Afortunadamente, los modernos proyectores para juegos de alta calidad operan con tiro corto y se consigue una imagen de 100 pulgadas desde tan solo dos metros de distancia, lo que está en el mismo rango que las distancias a los asientos para ver televisores mucho más pequeños. Con un tiro corto, no se necesita una habitación grande y se puede poner el proyector delante, para no interferir con la pantalla al desplazarse. 

Un buen proyector para juegos no debe descuidar el sonido. Aunque tengamos pensado usar auriculares o un sistema de sonido dedicado, contar con unos buenos altavoces integrados en el proyector proporciona una agradable red de seguridad en cuanto al audio. A menos que pensamos jugar en un estadio, nos sorprenderá lo buenos que son los altavoces de los mejores proyectores para juegos, que ofrecen un audio de 2.1 canales muy nítido y potente, así como direccionalmente preciso.

Además, hemos de asegurarnos de que nuestro proyector para juegos venga provisto de puertos HDMI 2.0b, al menos dos de ellos, para poder conectar dos consolas al mismo tiempo. Algunos modelos pueden intentar deslizarnos aún un HDMI 1.4, que no es capaz de ofrecer 4K a 60 Hz y puede resultar poco fiable para 1080p a 120 Hz. Otros puede que anuncien HDMI 2.0b, pero solo tengan un puerto. Así pues, debemos insistir en contar con dos puertos HDMI 2.0b como punto de partida. Nuevamente, si tienen más, mejor. 

Ahora tenemos una mejor idea de en qué fijarnos durante nuestra búsqueda de un gran proyector para juegos, a lo que esperamos haber contribuido con este artículo, para poder disfrutar al máximo de nuestros juegos en pantalla grande. Sin duda es algo digno de contemplar y una experiencia muy distinta de la confinada al tamaño de un televisor normal. Esperamos las aportaciones de todos en las redes sociales. Nos encanta conocer la opinión de nuestros lectores.