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¡Es primavera y el verano está a la vuelta de la esquina! La calidez de las temperaturas anima más a la diversión al aire libre, y ¿qué hay más divertido que ver una peli en el jardín con familiares y amigos ? Solo hace falta un buen proyector de jardín que, en particular, sea duradero, cómodo y portátil, diseñado específicamente para usar en exteriores.
Una vez decidida qué película ver y qué aperitivos van a acompañar nuestro festival de cine en el jardín, llega la hora de poner el proyector. Con los buenos modelos portátiles, eso es cuestión de un minuto, ya que tienen baterías (suficientes para hasta tres horas) e incluso altavoces Bluetooth integrados. Los buenos proyectores portátiles son auténticas soluciones todo en uno que logran que nuestra sesión de cine en el jardín sea fácil y divertida.
Disfrutar de una agradable noche de cine al aire libre requiere hacer varias cosas bien. Hay mucho que tener en cuenta: desde la tecnología hasta las tormentas. Hay cuatro claves para lograrlo.
Cualquiera puede sacar fuera un enorme televisor 4K y ya está, pero ese no es el típico cine de verano que estamos buscando. Al igual que con los cines (a los que no habremos tenido fácil asistir en 2020), nuestra noche de películas en el jardín comenzará con dos componentes cruciales: un proyector de jardín y una pantalla donde proyectar.
Para disfrutar de la mejor visualización en exteriores, hay dos elementos imprescindibles en un proyector: los lúmenes y la resolución. Con los lúmenes nos referimos al nivel de brillo que puede producir el proyector. Aunque no hay dos jardines iguales, siempre va a hacer falta horadar la oscuridad para exhibir las películas. Los proyectores para exteriores con 500 lúmenes funcionan estupendamente bien y pueden mostrar películas sobre prácticamente cualquier superficie por la noche. Es posible recurrir a un gran proyector Full HD 1080p o un proyector cinematográfico 4K, pero puede que sean demasiado voluminosos para su uso en exteriores y requieren una instalación compleja. Los proyectores portátiles encajan mucho mejor con el uso de jardín.
Sin duda, un magnífico proyector 4K HDR tiene una tecnología asombrosa pero, a fuer de sinceros, es un desperdicio usarlo al aire libre. Estos proyectores están pensados para el cine en casa propiamente dicho. Con uno portátil podemos seguir disfrutando de pantallas de 100 pulgadas o más y, merced a la compatibilidad con la resolución nativa de 720p, en distancias de exterior o jardín la calidad de imagen será más que aceptable.
Nuestra fiesta de cine en el jardín tendría que ser precisamente eso: una fiesta. Ver una película no debería ser tan complicado como enviar una nueva misión a Marte. Cuanto más rápidamente podamos disponer la instalación, más rápidamente podremos ponernos manos a la obra con el chuletón y los chorizos en la barbacoa. Los proyectores ligeros y portátiles se instalan en un momento, con un simple ajuste de la bisagra para no tener que colocarlos sobre una pila en busca del ángulo correcto.
Aunque con los proyectores portátiles para jardín se puede usar de todo, desde la pared lateral del garaje hasta una simple manta, siempre podemos invertir en una pantalla específica. Las pantallas de proyección para exteriores se suministran en variedad de formas, tamaños y opciones de implementación. Las hay montadas en soportes, para muros o vallas exteriores y hasta hinchables. El tamaño y el tipo de pantalla que mejor se adapte a nuestro jardín vienen determinados por el área que deseemos cubrir y las condiciones ambientales. ¿Suele correr aire? Entonces, es imprescindible una pantalla con un sistema de anclaje para garantizar que la noche de cine no sea de “lo que el viento se llevó”.
Las pantallas para exteriores pueden oscilar desde cincuenta euros hasta miles de euros. Tendremos que investigar un poco para encontrar la que mejor se adapte a nuestro jardín y nuestro presupuesto, u optar por algo práctico como el muro de casa. Un par de opciones a considerar para uno uso dinámico son las pantallas plegables o hinchables. Existen incluso empresas que ofrecen pantallas en alquiler. El caso es que con un buen proyector portátil de LED hasta los muros o las sábanas colgando de un árbol son soluciones muy prácticas y para nada disparatadas.
Otra cosa a tener en cuenta al organizar una noche de cine en el jardín es la fuente de nuestra transmisión. ¿Dispone nuestro proyector de múltiples opciones? El HDMI es el rey de los conectores y nos permite conectar dispositivos como un reproductor de Blu-ray o una videoconsola. Si contamos con la cobertura Wi-Fi adecuada, los dispositivos de streaming, como Amazon Fire TV, Roku Streaming Stick o Apple TV son excelentes, especialmente porque los proyectores portátiles tienen conectividad Wi-Fi y Bluetooth.
Apple TV permite transmitir contenidos desde un dispositivo iOS a través de AirPlay y conectar con nuestra colección de programas en iTunes. También se pueden usar aplicaciones integradas como Netflix o Prime Video en Apple TV, Roku y Amazon Fire para transmitir contenidos.
Ya hemos hablado de la imagen y ahora llega el momento de ver (¿o más deberíamos decir escuchar?) la otra parte de la ecuación: el sonido. La mayoría de los proyectores de jardín tienen altavoces integrados de unos 10 vatios y, si con eso no nos basta, hay muchas opciones disponibles en altavoces externos.
Cuando buscamos un sonido de película en el jardín hemos de seguir el camino de la tecnología inalámbrica. Los proyectores portátiles tienen prácticos altavoces Bluetooth que pueden valer como altavoces independientes si solo queremos escuchar música un rato. También hay altavoces Bluetooth impermeables que ofrecen un buen sonido y evitan que alguien pueda tropezarse con los cables (siempre hay alguien que se tropieza).
No hay que olvidar otros aspectos no tecnológicos para que nuestra noche de cine en el jardín sea cómoda. El repelente de insectos, las velas de citronela y los nebulizadores son buenos para mantener alejados a los mosquitos. Tener a mano bebidas frías y muchas palomitas de maíz. Preparar una buena barbacoa. Y, finalmente, respetar a los vecinos: no se trata de poner una película de acción a todo trapo de madrugada y hacer temblar las ventanas del vecino. Panifiquemos con antelación y, si la noche de cine en el jardín va a ser tarde, lo prudente es avisar a los vecinos. O mejor aún: invitarles a compartir la diversión en nuestro jardín.
