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Para los jugadores de videoconsolas que buscan elevar el listón de su experiencia de juego, una de las primeras opciones es cambiar la pantalla por un proyector. Esto les brinda la oportunidad de intensificar su juego con imágenes significativamente mayores que las que ofrecen los televisores al mismo precio. Sin embargo, dada la mejora en las especificaciones visuales ofrecida por cada nueva generación de consolas, cobra protagonismo la cuestión de si el proyector es compatible o no con estas consolas, y hasta qué punto lo es.
La respuesta breve a si los proyectores son compatibles con los juegos en general es que la gran mayoría de ellos, siempre que cuenten con un puerto HDMI, admiten juegos de consola o de PC y, en menor medida (dependiendo de si el proyector ofrece proyección inalámbrica), juegos para móviles. No obstante, lo más probable es que los jugadores que se planteen una transición a los proyectores no se conformen con un dispositivo que se limite a una visualización básica. Querrán aprovechar al máximo la gran potencia de su consola para crear una experiencia de juego realmente inmersiva. Para ello, deberán comprobar el nivel de compatibilidad del proyector en determinados aspectos clave, empezando sin duda por la frecuencia de refresco.
Una de las mayores preocupaciones para los jugadores que se plantean el uso de un proyector es que este no sea capaz de seguir el ritmo de la salida de vídeo de sus consolas de última generación. Es el valor de la frecuencia de refresco de un proyector el que refleja su capacidad para lograrlo. La frecuencia de refresco se refiere a la velocidad a la que el dispositivo proyecta las imágenes de una transmisión de vídeo (podemos pensar en ello como el equivalente a la velocidad de fotogramas). Un proyector con una frecuencia de refresco más alta brinda mayor suavidad de movimiento, lo que reduce la borrosidad producida por este. En el caso de los juegos, esto se traduce en imágenes más nítidas y una acción más realista.
Los contenidos básicos de vídeo, como las películas, se crean generalmente con una frecuencia de refresco o velocidad de fotogramas de 24 o 30 Hz, que en algunos casos alcanza el ideal de los 60 Hz. Sin embargo, para muchos jugadores, una frecuencia de refresco de 60 Hz no debería ser el ideal; debería ser lo mínimo. Esto se debe a que tanto la PS5 como la Xbox Series X pueden generar imágenes de hasta 120 Hz, por lo que solo un proyector que admita tales frecuencias de refresco puede garantizar la mejor experiencia de juego disponible.
Pero, ¿es la frecuencia de refresco lo único en lo que debe centrarse un jugador al seleccionar un proyector? No exactamente.
Aparte de la frecuencia de refresco, los jugadores deben tener en cuenta otros tres elementos clave en las especificaciones de un proyector: latencia o retraso de entrada, resolución y brillo en lúmenes ANSI.
Otro elemento clave de un proyector al que los jugadores deben prestar atención es su especificación de retraso de entrada. El retraso de entrada mide el tiempo (en milisegundos) entre el momento en que la consola emite una señal de vídeo y cuándo se proyecta la imagen correspondiente. Dado que un retraso de entrada menor significa menos retraso en la acción del juego, esta es otra especificación crucial para fomentar una experiencia de juego óptima, particularmente en el caso de los juegos de disparos en primera persona, ya que contribuye a determinar la velocidad a la que el jugador puede actuar.
Como la mayoría de los proyectores se utilizan para crear pantallas de aproximadamente cien pulgadas, la capacidad de sumergir completamente al usuario en las imágenes de un juego dependerá en gran medida de la resolución del proyector. La mayoría de proyectores del mercado ofrecen una resolución de al menos 720p o 1080p, pero teniendo en cuenta el nivel de las imágenes que brindan los títulos AAA, la sugerencia es que los jugadores (que puedan permitírselo) busquen proyectores que admitan una resolución de hasta 4K.
Además de su resolución, el valor de brillo de un proyector también determina su capacidad para reproducir fielmente las imágenes que los creadores tenían en mente. Aunque los proyectores más habituales presentan valores de brillo de aproximadamente 2000 lúmenes ANSI, los jugadores que pretendan absorber todos los detalles del mundo por el que se mueven deberían aspirar a proyectores que puedan alcanzar los 3000 lúmenes ANSI. Además, lo mejor es que busquen proyectores con configuraciones de modo de juego que ayuden a ajustar las imágenes a su nivel más óptimo.
Además de haber creado una gama de proyectores para juegos que se centra en los elementos clave discutidos anteriormente, BenQ también dota a sus proyectores para juegos de un conjunto de características que suponen refinamientos en el área de la gama de color, la calidad y reproducción de imagen, así como una selección de modos de alto rendimiento ideales para los juegos. Estas características, junto con las especificaciones mejoradas presentes en todos los proyectores de BenQ, contribuyen a que nuestros proyectores para juegos destaquen aún más frente a su competencia.
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