Monitores
Proyectores
Lámparas
Pantalla táctil interactiva | Signage
No hay nada como sentarnos a disfrutar de sesiones de juego prolongadas e inmersivas en uno de nuestros lugares favoritos del mundo: nuestro rincón de juegos. Ahí está nuestro PC y, más allá, las consolas. Nos ponemos cómodos en esa silla pensada para jugar, que nos llevó semanas de investigación encontrar. Lo mismo que nos pasó con la mesa, que ofrece la comodidad que se le exige para dedicarnos a nuestro pasatiempo favorito.
Entonces, justo cuando andamos inmersos en uno de esos juegos que últimamente han captado nuestro interés, tarde o temprano, cambia la iluminación en nuestro rincón de juegos y ese monitor HDR vuelve a no verse del todo bien. El colorido pierde gran parte de su vivaz impacto, los detalles se desdibujan por sobreexposición, o por todo lo contrario, y el contraste también parece desvanecerse, como el brillo.
Eso se debe a que el monitor para juegos que elegimos para disfrutar al máximo, aunque no está mal, solo ofrece HDR sin más. Es un monitor que presenta directamente los metadatos que proporciona la fuente y visualiza la imagen ajeno por completo a las importantes condiciones de iluminación ambiental.
Por supuesto, existe una forma mejor de hacer las cosas: la tecnología HDRi de BenQ, donde la “i”, obviamente, viene de “inteligencia”.
La tecnología HDRi implica la presencia de un sensor en el monitor, generalmente en la parte frontal, donde los cambios de luz relevantes se perciben más claramente. Dicho sensor mantiene una comunicación constante con el núcleo de procesamiento del monitor, porque para tener un HDR inteligente se necesita un monitor inteligente. Los modelos básicos, con escasa capacidad de computación, no pueden gestionar el HDR sensible al entorno y nos dejan con los metadatos sin más, limitándose a presentar lo que les llega tal cual.
Gracias al HDRi, los monitores inteligentes ajustan los parámetros de HDR en función de las condiciones del entorno. HDRi funciona constantemente parar conseguir un rendimiento óptimo del alto rango dinámico en todo momento y con todas las fuentes de luz exteriores o interiores. ¿Se enciende una luz? HDRi responde. ¿Brillantes destellos de sol se abren paso en cielos de nubes y claros? HDRi lo compensa. El resultado final se traduce en una calidad de HDR constante que no obliga a forzar la vista. Además, HDRi funciona con los principales formatos de HDR: HDR10/HDR10+, Dolby Vision y HLG.
Gracias al HDR, los juegos no se ven genial ahora y planos al minuto siguiente. ¿Por qué sacrificar el impacto de los gráficos mejorados cuando existe una manera de mantener toda su grandeza independientemente de algo tan simple como los niveles de luz ambiental?
La tecnología HDRi de BenQ también ofrece colores más saturados, lo que los vuelve más intensos y vivaces. Esto se debe a que el motor cromático de BenQ consigue que los colores mejoren en cuanto a profundidad y tono. Dado que ese rincón de juegos también hará las veces de sala de entretenimiento y, probablemente, nos encante ver películas 4K y contenidos de televisión en el monitor, HDRi viene preconfigurado para la optimización cinematográfica de HDR (modo “Cinema HDRi”) y la optimización de HDR para juegos (modo “Game HDRi”). Ambos funcionan de maneras ligeramente diferentes gracias a algoritmos distintos, diseñados por los ingenieros para dar cabida a diversos tipos de contenidos. Los juegos y las películas o programas de televisión emplean ahora HDR, pero un monitor que no sea inteligente no notará la diferencia y, nuevamente, se conformará con plasmar los metadatos sin un tratamiento a medida.
HDRi previene ese problema potencial al tener modos de juego y cinematográfico, para cubrir los principales tipos de contenidos y tratarlos con el respeto que se merecen.
Es innegable que cualquier procesamiento realizado sobre una fuente de imagen añade la latencia consiguiente al tiempo de respuesta. Por ello, HDR, y más aún HDRi, contribuyen a cierto retraso. Aunque insignificante e imperceptible para la mayoría de la gente, si se participa en eventos competitivos multijugador o de deportes electrónicos, es posible desactivar HDRi o cambiar al modo HDR predeterminado.
HDRi hace maravillas con los títulos para un solo jugador, con elaboradas historias y gráficamente complejos, así como en contenidos que no son de juegos, como películas y series de televisión masterizadas en HDR. No obstante, cuando cada milisegundo cuenta, bastan unos pocos clics en el menú en pantalla para desconectar HDRi hasta que vuelva a ser necesario. Eso sí, HDRi no añade tanto retraso como los laboriosos postprocesos: contraste dinámico, mejora de perfiles, movimiento suave y modos eco. Aun así, el usuario siempre tiene el control.
A estas alturas, HDR se ha convertido en un elemento básico en las pantallas, especialmente teniendo en cuenta que 4K ha pasado a ser la resolución predeterminada de la mayoría de ellas. HDR y 4K van de la mano, pero es fácil darse cuenta de que la mejora de las imágenes proviene cada vez más de la disponibilidad de mejores especificaciones, no de más especificaciones. No es solo cuestión de píxeles, sino de mejores píxeles. No es solo cuestión de HDR, sino de HDR inteligente. No malgastemos nuestros esfuerzos al configurar nuestro rincón de juegos: asegurémonos de obtener la mejor imagen posible.